Nueve meses después Jorge y Celia tuvieron un hijo en Rosario. Cuando la partera les entregó a la criatura, en ese mismo instante, un dios maligno susurró al oído de todo un país:
«Los maldigo con treinta y seis años sin campeonatos del mundo,
pero al mismo tiempo los bendigo con este bebé zurdo».
Un chico tímido llamado Lionel crece, sufre, sueña, emigra, vence, se frustra, renace y cada postal de ese abanico se convierte en una imagen.
Ese día, 24 de junio de 1987, de algún modo también Miguel Rep empieza a dibujar este libro, que narra la vida extraordinaria de un hombre corriente.
DEL PRÓLOGO DE HERNÁN CASCIARI