Un hombre complejo, lleno de matices, que no duda en exponer en este su texto su versión de la Historia y que cuenta además con la riqueza de no ser escrito en su momento de mayor gloria sino por el contrario cuando la desgracia, la tragedia, parece coronar todos sus actos.
Es esta la justificación que su Alteza Serenísima presenta a la posteridad, a quien pareciera rogarle le juzgue con ojos humanos.
EM
Soldado, político y hombre, Antonio López de Santa Anna gobernó México en intervalos durante más de 20 años, al tiempo que construía en la joven nación los cimientos de la identidad nacional. La historia le ha pasado una factura muy alta por su desempeño como gobernante y aún mayor por su labor como general, pero puede que se halla medido con una vara que no era justa con las capacidades de la nación emergente. Sin embargo esa medida fue puesta por el propio hombre que ahora presentamos, creyéndose tocado por la divinidad, siendo en cambio un político sagaz, un esforzado soldado en un México convulso.