Cuando Brooke Bellamy llegó a Sweet Springs, un pequeño pueblo de Texas, para cuidar de su anciana tía, poco podía imaginarse que se lanzaba de cabeza a un torbellino. Tener que ocuparse de la floristería de la tía Marsha y cuidar de su travieso perro, ya era bastante. Por suerte, el vecino de Marsha, un veterinario llamado Gage Sullivan se mostró más que dispuesto a echar una mano con el testarudo perro… entre otras cosas.