Día tras día intenta dar normalidad a sus vidas pese a que toque salir corriendo, empezar de cero y tratar de sonreír y poner color en la vida del pequeño cuando todo parece gris.
A su corta edad ha sufrido muchísimas dificultades y desengaños que le han hecho creer que el amor no es tan dulce como nos quieren hacer creer y la han transformado en la persona desconfiada que es.
Pero en la vida de Holly se cruzará Gonzalo, un atractivo bailarín de pelo rubio y ojos azules vecino de la chica.
Ella tratará de asimilar que Gonzalo simplemente quiere ser solo un amigo y se esforzará por encontrar en él todos los defectos, pero ha encontrado al chico perfecto y, sin poder remediarlo, se enamorará de él.
Entre bailes, risas y miradas prohibidas Holly conseguirá encontrarse a sí misma y se dará cuenta de que los sueños en ocasiones solo se dejan para luego por lo que nunca debemos desprendernos de nuestros sueños.