Tatí asume a temprana edad el cuidado de su sobrina Susi. Sólo se llevan diez años pero hay momentos en que parece una vida entera. Tati madura pronto, no disfruta de su juventud, se casa por circunstancias de la vida y por esas mismas circunstancias se divorcia de un marido drogadicto. Los años van pasando por su vida, ve crecer a su sobrina en un ambiente extrovertido, de mentalidad abierta, donde las relaciones se suceden vertiginosamente sin mala conciencia. Susi conoce a un hombre, José, mayor que ella, tontea... lo lleva a casa... se lo presenta a su tía y... logra lo que se propone.