Constructor de la filosofía revolucionaria, Marx escribió en 1847 Miseria de la filosofía, un compendio en el que por primera vez, de forma científica, aparecen los puntos decisivos de su concepción de la filosofía, aunque solo de forma polémica, y, dirigida principalmente contra Proudhon, cuya doctrina en esos momentos tenía especial importancia. Hoy en día, cuando los grandes debates intelectuales casi han desaparecido y lo que se estila es el pensamiento débil, conviene recordar que hubo un tiempo en que los pensadores escribían libros enteros contra sus rivales. Marx, en concreto, era un polemista tan feroz como temible. En desacuerdo con las tesis que Proudhon había expuesto en Filosofía de la miseria, le replicó con un texto lleno de ironía y sarcasmos, pero que también contiene las bases teóricas que luego darían lugar a una radical transformación del mundo y a su concepción filosófica.