"Creo que Miss Bolivia, o Paz Ferreyra, parió este libro para decirle al mundo quién es. Cuenta que desde chica el mundo le hacía mal y que cantar la conectaba con algo que le hiciera bien. Conmueve cuando dice que al dolor inmenso lo transformó en canción. Hace reír con sus aforismos, con la lista de lo que odia, y alivia cuando le aclara al karma que ya pagó. En este libro hay una sobreviviente, una artista, una mujer que a veces 'confunde dolor y alegría'." Sebastián Wainraich