Calderón es una mezcla de malas maneras y mala suerte. Como no creo en la mala o buena suerte, deposito énfasis en las malas maneras. Llegó en circunstancias muy penosas, en medio de acusaciones razonadas de fraude; ha intentado persuadir, conmover, seducir y no lo ha logrado. —Carlos Monsiváis en La Jornada, 2008.
Desde la falta de estrategia como presidente, los peores casos de corrupción, el enriquecimiento ilícito, los favores a sus familiares y amigos, y su protección al Cártel de Sinaloa y a los actos criminales de Genaro García Luna, hasta la intimidad de su frágil relación con Margarita Zavala, sus problemas con el alcohol y el miedo constante a ser el presidente más odiado por los mexicanos.
Como nadie lo había logrado, Wornat revela la mejor investigación del calderonato.