El príncipe y la camarera
Cuando Holly, una inocente camarera, cae en los brazos de Casper, el príncipe responde a su fama de mujeriego acostándose con ella… y echándola luego de su lado.
Holly está embarazada. Casper está furioso. Aunque no es más que una buscavidas, el protocolo real exige que la convierta en su esposa.
La inocente Holly ha conseguido la boda de sus sueños; sólo Casper sabe que la primera obligación de su esposa de conveniencia tendrá lugar durante la noche de bodas…
Seducción en el Caribe
El despiadado abogado siciliano Alessio Capelli siempre consigue lo que quiere. Lindsay Lockheart ya lo ha rechazado una vez, y ahora que ha vuelto a su vida, está decidido a no dejarla escapar. La usará y luego la abandonará, tal y como hace con todas las mujeres. Además, las circunstancias se han convertido en su mejor aliado: Lindsay se ha visto obligada a trabajar para él sustituyendo a su hermana desaparecida.
Ella puede presentarle batalla por el día, pero por la noche él tomará el control. Pronto, tendrá a una virgen en su cama, y hará lo que haga falta para no dejarla ir, hasta que se canse de ella…
Enamorada de su marido
Nadie habría pensado que aquella boda tendría lugar; estaban a punto de unirse dos de las familias más antiguas de Grecia. Llevaban siglos enemistadas, pero parecía que el conflicto había llegado a su fin. Sebastien Fiorukis iba a casarse con Alesia Philipos.
Sin embargo, aquel matrimonio no era lo que parecía… Alesia no deseaba casarse, sino que había sido comprada por su esposo. ¿Qué exigía? Un heredero que uniera ambas familias para siempre… Pero lo que Sebastien no sabía era que su esposa jamás daría a luz un niño engendrado sin amor.
Hijo de la pasión
El hijo de Kimberly Townsend estaba en peligro y la única persona que podía ayudarlo era su padre, el millonario Luc Santoro.
Luc ni siquiera sabía que tenía un hijo y creía que Kimberly no era más que una cazafortunas. Sin embargo, el guapísimo magnate brasileño estaba dispuesto a darle el dinero que necesitaba… a cambio de que se convirtiera en su amante.
Pero Kimberly ya no era la muchacha inocente que él había conocido hacía siete años… e iba a hacer que perdiera el control de un modo que jamás habría imaginado.