Una parÃĄbola de permanencia . . .
Reflexionando sobre cuarenta aÃąos de matrimonio, John Piper enaltece el sentido bÃblico del matrimonio por encima de la emociÃŗn, exhortando a las parejas a mantener su pacto por las razones correctas. Incluso cuando la gente comÃēnmente permaneciÃŗ casada âhasta que la muerte nos separeâ, nunca hubo una generaciÃŗn cuya perspectiva del matrimonio fue lo suficientemente alta, dice el pastor John Piper. Esto es todavÃa mÃĄs cierto en nuestra informal Êpoca. Comprender el diseÃąo de Dios segÃēn su Palabra puede despertar una gloriosa visiÃŗn capaz de liberar a todas las personas de perspectivas que ignoran a Cristo y estÃĄn intoxicadas por el romance. El matrimonio es fundamentalmente, mÃĄs que nada, la obra de Dios. Y, en Ãēltima instancia, el matrimonio es la demostraciÃŗn de Dios. De una manera mejor que ningÃēn otro evento o instituciÃŗn, en el matrimonio se muestra al mundo el mantenimiento del pacto de amor entre Cristo y su pueblo. El matrimonio, por lo tanto, no se trata principalmente de estar enamorado. Es, sobre todo, decir la verdad con nuestras vidas. Y permanecer casados no se trata de permanecer enamorados. Se trata de mantener el pacto y demostrar la gloria del amor fiel de Cristo.
A Parable of Permanence . . .
Reflecting on 40 years of matrimony, John Piper exalts the biblical meaning of marriage over its emotion, exhorting couples to keep their covenant for the right reasons. Even when people commonly stayed married âtill death do us part,â there has never been a generation whose view of marriage was high enough, says Pastor John Piper. That is all the more true in our casual times. Understanding Godâs design according to his Word can awaken a glorious vision capable of freeing every person from small, Christ-ignoring, romance-intoxicated views. As Piper explains: âMost foundationally, marriage is the doing of God. And ultimately, marriage is the display of God. It displays the covenant-keeping love between Christ and his people to the world in a way that no other event or institution does. Marriage, therefore, is not mainly about being in love. Itâs mainly about telling the truth with our lives. And staying married is not about staying in love. It is about keeping a covenant and putting the glory of Christâs covenant-keeping love on display.â