Jack Sullivan era un guapo detective que no dejaba que nadie se acercara demasiado a él… hasta que aceptó el caso Kingsley.
Willow Kingsley defendía a su familia con uñas y dientes, pero Jack era uno de los pocos hombres capaces de ver la ternura que ocultaba bajo su fría fachada.
Había llegado a Wandering Creek con la misión de investigar un caso, pero pronto se dio cuenta de que lo que deseaba era proteger a Willow.