Hay una Espaรฑa ignorada y sin autopistas, una tierra que sรณlo emerge del olvido con motivo de una catรกstrofe o un crimen. Ese paรญs merece una mirada que revele sus muchas historias, que plasme la aรฑoranza de lo que no pudo ser y ya nunca serรก.
"Se trata de situarse un poco en los mรกrgenes โdice Ignacio Martรญnez de Pisรณn en el prรณlogoโ, viajar a sitios a los que "hay que querer ir" porque no estรกn de paso para ninguna parte, adentrarse en comarcas donde el GPS se despista por falta de costumbre. Se trata tambiรฉn de demorarse en los meandros, como recomienda el poeta gallego Uxรญo Novoneyra, y en definitiva de dar valor al tiempo de la รบnica manera que lo permite la naturaleza: perdiรฉndolo, porque perder el tiempo es el mejor modo de ganarlo.
"Una buena siesta bajo los robles, una conversaciรณn con alguien del pueblo, un paseo sin un destino concreto: en esas formas menores de la felicidad intuimos una sabidurรญa ancestral que la cultura urbana ha acabado aboliendo. Hace falta una modesta pero arraigada y profunda filosofรญa de la existencia para aprender a disfrutar de la plenitud de ciertos instantes."
Alfonso Armada nos lleva por carreteras secundarias para devolvernos la Espaรฑa perdida, para acercarnos lo que parecรญa irremediablemente lejano.