Ildefonso Escribano de la Torre nace en 1933 en Villanueva de Alcardete, en la región cervantina de don Quijote y Sancho, en plena Mancha toledana. Marcha como misionero a Brasil, donde convive con los pobres de las conflictivas favelas cariocas. Entre sus múltiples ocupaciones, encuentra siempre un espacio para escribir en el silencio de la noche, mientras cerca escucha el estallar de las pistolas que se disputan la supremacía del tráfico de la droga. Aun así escribe poesía.