Al idealizar el recuerdo del primer hombre que la había poseído, tendió ella misma, sin proponérselo, una barrera contra la que se estrellarían fatalmente todas sus experiencias posteriores. No quiso darse cuenta de que su recuerdo, y su pasado -hecho de secretas noches inolvidables-, le impedirían gozar un presente que pasaría sin volver atrás.