El interés de la autora en el tema de la resiliencia surgió hace muchos años, a partir de una serie de cuestionamientos. ¿Por qué ante experiencias muy adversas y dolorosas como las de aquellos que sufren de violencia familiar, tienen padres adictos o con problemas mentales, pérdida temprana de seres queridos, viven en pobreza extrema, entre otros, las personas tienen desarrollos emocionales tan distintos? ¿Por qué ante vivencias tan traumáticas como las de los sobrevivientes de los campos de concentración nazi, algunos desarrollaron severas patologías, otros se suicidaron, mientras hubo quienes lograron elaborarlas, y tener una vida satisfactoria, a pesar de lo vivido?
Lo cierto es que las experiencias adversas, más aun cuando son traumáticas, pueden sacar lo peor y lo mejor del ser humano, como ha podido apreciarse en situaciones límite como en las guerras, donde las personas constantemente sometidas a pérdidas, humillaciones o torturas, pueden llegar a perder la razón y a desplegar niveles de violencia impresionantes, es decir, sacar sus aspectos más primitivos y destructivos. Sin embargo, ante estas mismas situaciones algunas personas evidencian una gran fortaleza para enfrentarse al dolor, presentan una sorprendente creatividad para ingeniárselas para sobrevivir y encontrarle un sentido a la vida para seguir luchando, pudiendo incluso observarse actos de solidaridad admirables.
Con frecuencia escuchamos historias de personas que nos deslumbran puesto que a pesar de haber atravesado por experiencias sumamente dolorosas o traumáticas, no sólo han sobrevivido a ellas, sino que incluso han logrado crecer y enriquecerse emocionalmente en base al dolor padecido o a pesar de él. ¿Cómo así esto es posible?
Viktor Frankl, psicólogo vienes, sobreviviente de Auschwitz, plantea que a pesar de la terrible situación en la que uno pueda encontrarse, nadie puede quitarle la última de las libertades, la de elegir la actitud que toma ante las situaciones que le tocan vivir. Sin embargo, cabe preguntarnos, ¿es simplemente cuestión de actitud? La autora plantea que el tema es bastante más complejo y que para estar en posición de poder elegir una actitud hacen falta una serie de circunstancias y condiciones.
Más allá del dolor, nace del interés de la autora por comprender y profundizar en los complejos procesos intrapsíquicos involucrados en estos desarrollos favorables, a través de los aportes de una mirada psicoanalítica de este concepto.