Hay mañanas en las que miro por mi ventana y solo veo la niebla, la niebla que como un borroso disfraz tapa el cielo, las montañas, los árboles y prácticamente todo aquello que en un día esplendoroso podríamos contemplar sin mayores problemas. Se trata del invierno, está aquí y nos recuerda como es a cada momento. En forma de viento, lluvia, frío, nieve y nos hace valorar lo bien que se está en nuestro hogar, al calor de una buena chimenea. Es en ese momento, mientras que nuestras alegrías dormitan, cuando gustamos de escuchar cuentos, historias, relatos, leyendas que nos transporten a otras épocas, a distintos lugares, ¿al verano quizás…? Santiago Ramírez Cruz