Arabella Cameron estaba aterrada la mañana de su boda. Sin embargo, si el conflicto entre los Cameron y los Mackintosh se terminaba por el hecho de que se casara con un hombre al que no amaba, ella cumpliría con su deber. Eso hasta que Brodie Mackintosh, desterrado por su propio clan, entró en sus aposentos y se la llevó a las montañas.
Brodie sabía que Arabella tenía motivos de sobra para odiarlo, pero un beso furtivo consiguió que esos enemigos declarados se lo replantearan todo. Además, cuando su prometido la reclamó, Brodie tuvo que luchar con toda sus fuerzas por ella.