Soldado Eliott

Carles fabra Vargas

2014年12月 · Marlex Editorial

關於本電子書

Eliott, el protagonista de la archifamosa película de Spielberg, se ha hecho mayor y está en una sociedad deshumanizada, carcomida por el paro y la deshumanización. Pero el protagonista luchará por controlar su propio destino y con ello, tal vez, sea el inicio de una nueva sociedad.

關於作者

Carlos Fabra Vargas- Sant Celoni, Barcelona. España

Escritor de lo cotidiano y lo cercano consigue captar la atención del lector con relatos ágiles y sorprendentes. Intuimos que lleva un poeta dentro y aunque de momento solo tenemos trabajos en prosa, se aprecian algunos recursos sonoros y repeticiones en su estilo que le delatan.


Os presentamos la novela corta, Asesinato: crónica de un despido, como primera obra de Carlos Fabra Vargas. Es una obra sencilla y cercana, tanto los protagonistas como los espacios podrían ser allegados nuestros, pequeños trozos de nuestra realidad hechos relato. Se apunta un estilo confiado y seguro hacia el control de la tensión y el suspense en el argumento. Vamos a seguir muy de cerca a este escritor porque nos confesamos sus primeros lectores "fans" y esperamos nuevas obras en un futuro para nada lejano.

Si queréis conocerle mejor, os dejamos leer su presentación con sus propias palabras.
Me llamo Carles Fabra Vargas, y vivo en Santa María de Palautordera, pequeño pueblo de casas bajas y tejados humeantes en el crudo invierno vallesano. Tengo 35 años.
Si me preguntan desde cuando escribo, puedo contestar que escribo exactamente desde los 16 años, y lo hice para probar suerte con una chica. Más o menos desde esa edad, me lavo los dientes asiduamente. O puede que, incluso años antes, también escribiera, pero con otros objetivos, todavía no muy claros; y puede también que me lavara los dientes, pero por obligación, y no por placer- el placer que venía cuando intentabas besar a esa chica, pero que luego irremediablemente, te negaba el beso, porqué, aunque hubieras puesto todo el ahínco necesario en tu limpieza corporal- boca, cabeza, mirada reluciente, - y mucho más esfuerzo en tu limpieza del alma- versos, poemas, pequeñas historias que idolatran a tu amada…- aunque hayas hecho todo eso, de nada servía, porqué llegaba el “brandon wals” de turno y… y… se llevaba a la chica.
Desde esa fecha escribo- por decirlo de alguna manera- en serio. Pero desde mucho antes sé, que soy escritor. Lo sé, aunque me lo nieguen, o aunque haya días en qué me lo niegue a mí mismo. Lo sé, porqué, todos los días, las historias que quiero contar me acompañan a la cama, y al día siguiente todavía están ahí, esperando ser escritas. En todo momento me acompañan, y no puedo librarme de ellas. Es una persecución, una agradable forma de intentar ser asesinado cada día, por todos aquellos personajes – aunque siempre sea el mismo personaje con diferentes vestidos- que quieren matarme. O sea yo, quizás, el verdugo y la víctima al mismo tiempo, ¿no lo sé?.
Divagaciones a parte, y concluyendo este intento- uno más- por justificarme- confieso que siento verdadera pasión por ciertos autores contemporáneos, como Carlos Ruiz Safón, por Francisco Narla, por Javier García Sánchez- dónde recomiendo la novela “Dios se ha ido”, y sobre todo, por Javier Cercas. Y en este sentido y respecto a este autor, si he de confesar, que intento, en vano afortunadamente, convertirme en un Javier Cercas, pero que luego caigo en la cuenta de qué sólo soy Carles Fabra, para concluir, al final de una noche loca de desenfreno metaliterario que soy, ni más ni menos que Carles Fabra.