Beto Ortiz vuelve al lugar del crimen. Es nuestro cronista de la huida. El prรณfugo que pasea por el mundo algunas tristezas pero siempre regresa, maltrecho, tras perder otra vez las mismas guerras: una familia que se deshace ante sus ojos, un corazรณn en perpetua clandestinidad, un paรญs que se derrumba sobre su cabeza.
Hay personas que son destinos y los destinos estรกn escritos. Como este libro. Con la crueldad de un niรฑo que trae noticias horribles con una sonrisa.