En esta biografía del ángel caído, Susana Castellanos de Zubiría, una experta en las representaciones del mal en el arte y la literatura, rastrea sus remotos orígenes en el zoroastrismo, del que bebió el judaísmo, hasta tomar forma en los escritos de los esenios. Y con el advenimiento de las religiones monoteístas Satanás se consolidó como símbolo y encarnación de mal y fue presentado de maneras muy diferentes en la Edad Media y el Renacimiento hasta convertirse en un ícono de la rebeldía en la cultura popular.