Enamorarse no era parte del contrato.
Tras la muerte de su abuelo, Declan está destinado a convertirse en el nuevo director del imperio audiovisual. Hasta aquí todo estaría bien, si no fuera por la cláusula que su excéntrico abuelo puso en la herencia: tiene que formar una familia.
A Iris le pareció una buena idea ofrecerse voluntaria para este matrimonio concertado con su jefe. Al fin y al cabo, no puede ser tan difícil y ambos han puesto unas reglas claras para que su matrimonio sea un mero arreglo. Pero, ¿qué ocurre cuando fingir estar enamorados es cada vez más fácil?
«¡Uno de los mejores fake-dating que he leído! La historia de Declan e Iris es imposible de olvidar.» Andrea Izquierdo @andreorowling
«Una historia tan adictiva y cautivadora como La letra pequeña. ¡Imposible no disfrutarla!» Manu Almeida @manu.balfour