Tate “Talker” Walker ha pasado la mayor parte de su vida ocultando sus cicatrices debajo de una fachada punk y no fue hasta que se sentó al lado de Brian Cooper en un autobús, que esa fachada dejó de funcionar.
Brian ha pasado toda su vida siendo el hombre invisible y está acostumbrado a ver más allá de la superficie. Ve en Talker a un ser humano frágil y carente de afecto.
Brian es heterosexual, pero Talker está desesperado por amor y cuando su comportamiento tiene consecuencias dolorosas, se ve forzado a salir del armario... de una forma dramática. Hará lo que sea para que Talker vea que él es el Príncipe Azul que siempre ha necesitado.