El licenciado Jorgelino Lachotta es un historiador del fútbol argentino, probablemente, según la opinión de Quique Macaya Erdmann, el hombre que más sabe de fútbol argentino. Vive con su esposa Anselma Benavídez en un pequeño departamento en el barrio porteño de San Telmo, en la ciudad de Buenos Aires. Es, además, un referente teórico marxista, profundamente interesado en la política argentina. El licenciado Jorgelino Lachotta está convencido de que están dadas todas las condiciones para que se produzca la tan esperada revolución social. Y un luminoso 6 de octubre, de la forma más extraña e imprevista, una movilización popular casi consagra su candidatura a la presidencia de la nación por lo que será un amplio frente electoral integrado por los numerosos partidos políticos de la variopinta izquierda argentina, de un sector del peronismo y hasta de la centenaria Unión Cívica Radical. El nacimiento del Tercer Movimiento Histórico parece dejar de ser un sueño para convertirse en realidad. Pero la construcción de esa gran alianza destinada a transformar a la Argentina se va a dar en forma paralela a la obtención de un objetivo menos colectivo y menos ambicioso: el licenciado Jorgelino Lachotta y su beata esposa quieren dejar el pequeño departamento e ir a vivir a la vieja casona de Florencio Varela. En ella vive la despótica Ofelia, madre de Anselma y de Julieta. Y Julieta y su marido, ambos miembros de la Policía Federal Argentina, persiguen el mismo objetivo: quedarse con la enorme finca que, hace décadas, construyó don Atilio Benavídez.