El ex detective Sam Owen Brimstone no buscaba trabajo, pero ahora lo tenía y no podía rechazarlo. Además, tenía que admitir que la persona a la que debía proteger era increíblemente atractiva. Lástima que la seductora Jamie Gibson fuera abogada y, por tanto, demasiado persistente a la hora de obtener respuestas. Así que, por muy tentado que se sintiera, Sam no iba a dejar que Jamie lo convenciera… Pero todo dio un giro inesperado y aquel trabajo se convirtió de pronto en algo muy personal.