Las causas que le llevan a tomar tan drástica decisión mucho tienen que ver con el descrédito de los partidos políticos, el desprestigio de sus líderes, el separatismo supremacista, el mal funcionamiento de las Instituciones, el abuso de los poderes fácticos; el caótico Parlamento, la desconcertante Justicia, el sectarismo de los medios de comunicación; las modas, personajes y tendencias de la sociedad. Todo ello se desmenuza con humor corrosivo hasta no dejar títere con cabeza.
La obra es un esperpento distópico, cuyo contenido es fresco, de reciente actualidad, confundiendo y superando muchas veces esa cotidiana realidad con la ficción creada en la novela.