Sean Donaldson tiene un gemelo que no podría ser más diferente a él, una vida en la que no faltan chicas y su puesto como titular en el equipo de fútbol de la universidad de California. Mucha diversión y pocas complicaciones. Hasta que una desconocida se cuela en su piso y se atrinchera en su dormitorio huyendo de quién sabe qué.
Desde ese momento, la chica aparece y desaparece a su antojo, metiéndole en un lío diferente cada vez que se presenta por sorpresa.
Poco a poco, sin que apenas se dé cuenta de ello, la curiosidad por descubrir quién es y por qué se muestra tan esquiva despertará otra clase de sentimientos en él. Mientras ella lucha por mantener una de sus pocas reglas, la de no acercarse demasiado a nadie, Sean tendrá que decidir si, además de dejar que se cuele en su apartamento, permitirá que lo haga en su corazón.
Establecer distancia es en ocasiones solo una forma de protegerse, una amistad el prólogo de algo mucho más profundo, y el amor la prueba de que, a veces, el destino nos obliga a perderlo todo en tan solo un segundo.