Lo que la investigación destapó a continuación —mentiras, encubrimientos, relaciones paralelas, episodios de violencia policial, pornovenganzas, manipulaciones y chapuceros intentos de desviar la atención— consternó a la opinión pública y dibujó como pieza central de esta tragedia a una mujer, Rosa Peral, que siempre lo quiso todo. Y que solía conseguirlo.