Laura era una madre soltera que sabía perfectamente que su hija quería un padre que la amara incondicionalmente. Por eso, por el bien de la pequeña Nikki, Laura aceptó un matrimonio de conveniencia con el italiano Gino Farnese...
Gino creía que jamás volvería a encontrar el amor, así que aquel matrimonio le pareció lo mejor a lo que podía optar, sobre todo por el placer de convertirse en papá de Nikki. Su matrimonio debía seguir dos reglas: no dormir juntos y no enamorarse. Pero estaban a punto de romper las dos...