La imposibilidad de tener un hijo acabó con el matrimonio de Joanna y Matt Novak. Pero, cuando Joanna solicitó a su multimillonario marido el divorcio, este le dejó claro que estaba decidido a que permanecieran casados… en el más íntimo de los sentidos.
En medio de una acalorada pelea, estalló el deseo que los consumía y, prometiéndose que sería la última vez, Matt y Joanna se entregaron al placer de sus mutuas caricias.
Tras el tórrido encuentro, llegaron al acuerdo de separarse definitivamente… hasta que Joanna descubrió una pequeña consecuencia de su noche juntos: ¡estaba embarazada de Matt!