Pretendemos con ello respetar la historia general de este pueblo, las causas y sus efectos narradas en sus mitos.
En el principio de las cosas, cuando Oloddumare bajó al mundo, se hizo acompañar de su hijo Obatalá. Bajo el cielo sólo había agua. Oloddumare le entregó a Obatalá un puñado de tierra metido en un caracol y una gallina. Obatalá echó la tierra formando un montículo en medio del mar y la gallina se puso a escarbar la tierra esparciéndola y formando el mundo que conocemos.