Poco tiempo después de la muerte de su padre, la narradora de Ocho busca quedar embarazada. Los tratamientos de fertilidad, Angust Young, su experiencia de abuso, los Beastie Boys, el entrenamiento de sueño para bebés y la terapia cráneo sacral conviven con naturalidad en esta gran novela. Amy Fussleman logra abordar lo indecible con una voz que encuentra una veta luminosa tras el duelo y el trauma.