Según Sagrario Ruiz Baños: José Daniel, que así se llamaba el joven inquietante, hace música y revive con original perspectiva los grandes temas que preocuparon siempre a los grandes poetas, tan inquietantes a su vez. ¿Por qué inquietantes? Porque la verdad, que no anida en abundancia en el corazón de los hombres, rebosa en sus palabras prometedoras. La verdad del Ser Radical. Y José Daniel pertenece a esa estirpe de seres radicales que son orgullo y sensibilidad a partes iguales y sobreabundantes. Por ello son diferentes y por ello él es diferente. Observa, calla, piensa, siente… y compone, compone música, compone versos que se escapan a borbotones desde un espíritu rabiosamente rebelde a la mediocridad. Como siempre fueron, son y han de ser los poetas: ángeles fieramente humanos.