El agustino portugués fray Sebastián Toscano, amigo personal de Benito Arias Montano y fray Luis de León, publicó originalmente en portugués un tratado sobre teología mística, que luego traduciría al castellano otro de sus más cercanos amigos, Gonzalo de Illescas, famoso autor de la Historia pontifical y católica. El tratado enlaza con las directrices teológicas, neoplatónicas y místicas de la Orden de San Agustín y constituye, sin duda, un texto clave para entender la espiritualidad de la segunda mitad del siglo XVI.