Haberle querido fue un error, pero seguía deseándole. Cuando Katie Duncan accedió a trabajar con el hermano de su jefe, sabía que se metía en la boca del lobo. El hombre con el que viviría era su antiguo amante, el multimillonario Quinten Stone. La pasión había durado hasta que Katie no pudo seguir aceptando el adinerado mundo de Quinten. Se marchó para salvarse. Ahora, el poderoso director ejecutivo había vuelto a su vida, tan tentador como siempre, y empeñado a toda costa en seducirla para volver a llevársela a la cama.