Diez años atrás, Rachel y Stephen habían mantenido una relación cuyo resultado fue Jamie. Por motivos personales, Rachel le había contado que Jamie era hijo de otro hombre. Pero cuando al final reconoció ante Stephen que él era el padre, este no quiso creerla. Estaba convencido de que era una mujer taimada y calculadora que haría cualquier cosa para conseguir lo que quería... y daba la impresión de quererlo a él.