En las montañas de la isla indonesia de Célebes vive el pueblo de los toraya, conocido por unos ritos funerarios que se prolongan durante varios días y congregan a toda la comunidad. Cuando un bebé muere, por ejemplo, su cuerpo se deposita en el interior del tronco de un árbol centenario que, poco a poco, lo envuelve y se nutre de él. Así, al crecer, el árbol conduce a los niños hacia el cielo, un símbolo escultórico mediante el cual se mantienen próximos los seres amados que ya no están.
El narrador de esta historia, un cineasta profundamente afectado por el fallecimiento de Eugène, su mejor amigo y confidente, descubre en los árboles de los toraya la síntesis del misterio de la vida y la muerte, como una llave maestra capaz de abrir ese recinto hermético en el que las personas escondemos las vivencias más íntimas.
Asomándose al abismo de la pérdida, el narrador se encuentra, paradójicamente,cara a cara con la intensidad del amor, ese enigma insondable que nos liga al futuro mientras el presente desgarra nuestro ser.
La crítica ha dicho...
«Uno de los mejores libros que podéis encontrar en vuestra librería hoy en día.»
Annick Geille, Le Salon Littéraire
«Una gran historia sobre la amistad. [...] Un relato de una fuerza evocadora inusitada.»
Mohammed Aïssaoui, Le Figaro Littéraire
«Tras la muerte de su mejor amigo, un cineasta se encuentra sumergido en la duda. Una gran historia entre dos hombres.»
Le Figaro
«La novela de Claudel es en sí misma un monumento funerario. [...] Entre sus páginas, a menudo llenas de sombras, en el mismo tejido vital del libro, el escritor ha depositado los restos de aquellos a los que ha amado y que ya no están.»
Télérama
«Un libro sobre la muerte, optimista y hermoso y, paradójicamente, henchido de vida.»
Martin Cadoret, RTL
«Philippe Claudel firma una novela vibrante -de hecho, muy vibrante- sobre el tema de la muerte.»
La Presse
Philippe Claudel (Nancy, 1962) ha sido profesor y guionista de cine y televisión. Además de dar clases en liceos y en la Universidad de Nancy II, dedicó su tiempo libre a enseñar a niños discapacitados y a presos. Sus novelas y cuentos han sido objeto de numerosos galardones, como el France Télévision por J'abandonne y el Bourse Goncourt de la Nouvelle por Petites mécaniques. En Salamandra ha publicado Almas grises, que obtuvo el prestigioso Premio Renaudot, La nieta del señor Linh, El informe de Brodeck, Premio Goncourt des Lycéens, Aromas, Bajo el árbol de los toraya, La investigación y El archipiélago del Perro. Ha escrito y dirigido varios largometrajes, entre los que destacan Hace mucho que te quiero, distinguido con dos premios César, y Silencio de amor. Es miembro de la Académie Goncourt.