La creación de un espacio subjetivo, que trasciende el plano geográfico para instalarse en el del símbolo, es una de las conquistas de la novela moderna. Víctor García de la Concha explora en este estudioel espacio simbólico en cinco novelas magistrales del siglo XX: La casa verde, de Mario Vargas Llosa; Cien añosde soledad, de Gabriel García Márquez; Madera de boj, de Camilo José Cela; Volverás a Región, de Juan Benet, y Sefarad, de Antonio Muñoz Molina. Cinco novelas en las que la palabra de sus creadores conforma lugares construidos a base de metáforas que adquieren su dimensión definitiva en la imaginación del lector, cuando se mueve por ellos y los interpreta.
En palabras del autor, «lejos de ser un mero recipiente, el espacio se convierte en un molde activo y fecundo de significado. Sustenta y expresa ideas, sensaciones y sentimientos; dialoga intertextualmente con otros espacios de categoría análoga, y, maridado con el tiempo, se eleva por encima de la cronología particular del relato del que forma parte y proyecta al lector al espacio de los universales: de la anécdota a la categoría».
Víctor García de la Concha (Villaviciosa, 1934), filólogo y crítico literario, es catedrático emérito de literatura española en la Universidad de Salamanca. En 1991 fue elegido miembro de la Real Academia Española, institución que dirige desde 1998. Es también presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española y miembro de honor de varias academias americanas. Sus obras se centran en el estudiode la literatura española del Renacimiento y el siglo XX. Entre ellas se encuentran La poesía española de posguerra (1973), El arte literario de Santa Teresa (1978), León Felipe: itinerario poético (1986), La poesía española de 1935 a 1975 (1987), Nueva lectura del Lazarillo (1993) y Al aire de su vuelo: estudios sobre Santa Teresa, fray Luis de León, san Juan de la Cruz y Calderón de la Barca (2004), además de numerosas ediciones críticas. Ha sido reconocido con el Premio Castilla y León de las Ciencias Sociales y Humanidades (2002) y el III Premio Fernando Lázaro Carreter (2009), entre otras distinciones. Por su trabajo al servicio de la unidad de la lengua española, S. M. el Rey le ha concedido el Toisón de Oro (2010)