El científico Robert Gaddi está a punto de hacer un descubrimiento que supondrá un inmenso avance para la medicina; sin embargo, hay demasiados intereses en juego y mucha gente decidida a que sus investigaciones no vean la luz. La noche que destrozan su laboratorio en Washington D. C., tanto su jefe como su amigo Charles Cassidy, del FBI, insisten en contratar los servicios de un guardaespaldas y la delicada Lian Zhao, experta en artes marciales, es la elegida para el puesto.
A Robert no le hace ninguna gracia que lo obliguen a tener una niñera con pinta de adolescente y está decidido a hacerle la vida imposible. No obstante, esta extraña joven, de misteriosos orígenes, acaba despertando su curiosidad.
A Lian no le importa que su protegido sea un tipo amargado que descarga sobre ella todo su sarcasmo; está dispuesta a defenderlo hasta la muerte de cualquier amenaza.
Todo apunta a que no puede haber dos personas más distintas en el universo, pero cuando tras un nuevo ataque se ven obligados a refugiarse en la antigua fortaleza de los Gaddi, en la Toscana, esa convivencia forzosa ejercerá un poderoso embrujo sobre ambos.
Isabel Keats es una mujer normal y corriente a la que un día le dio por escribir. Madre de familia numerosa, tiene la suerte de contar con algo más valioso que el oro: tiempo libre, aunque no tanto como quisiera. Le gusta la novela romántica, le encantan los finales felices, así que, en resumen, escribe novela romántica porque en este momento de su vida es lo que más le apetece leer.
Isabel Keats —ganadora del Premio HQÑ digital con Empezar de nuevo, finalista del I Premio de Relato Corto Harlequín con su novela El protector y finalista también del III Certamen de novela romántica Vergara-RNR con Abraza mi oscuridad—, es el seudónimo tras el que se oculta una licenciada en Publicidad madrileña, casada y madre de tres niñas. A día de hoy ha publicado más de una docena de obras entre novelas y relatos, algunas de las cuales han sido traducidas al inglés, alemán, italiano, portugués y al francés.