Sumando inexorablemente ética y estética, Rodrigo García Marina plantea en El libro de los arquitectos una aguda y crítica visión sobre la sociedad heteropatriarcal, bebiendo de corrientes de pensamiento tan interesantes y modernas como el posthumanismo. A pesar de la complejidad de estas ideas, los poemas se leen con el placer de lo sencillo y, a la vez, logran sorprender con recursos literarios muy logrados. En palabras del autor, que explican tanto el contenido como la forma del libro, el título remite a la “poesía como laboratorio” y como construcción.