Tras abandonar la corte milanesa al matrimoniar Ludovico el Moro con Beatriz D'Este, se repasa la vida de casada de Cecilia con el conde Ludovico Carminati, sus conexiones con las cortes de Mantua y Ferrara (los Gonzaga y Este respectivamente), para terminar sus días, ya condesa viuda, en el castillo de San Giovanni in Croce y contar sabrosas experiencias donde salen a relucir las figuras más destacadas de una época fantástica e irrepetible, desde Miguel Ángel, Tiziano y Donatello a Alejandro VI, César y Lucrecia Borgia, Andreas Wessel y su hijo Andrés Vesalio, Ascanio y Caterina Sforza, Gonzalo Fernández de Córdoba y los Reyes Católicos, Carlos VIII, Luis XII y Francisco I de Francia, el emperador Maximiliano de Habsburgo, su nieto Carlos V y Martín Lutero, por citar sólo a los más notables.
La novela describe la gestación de los retratos del inmortal Leonardo, que únicamente pintó a mujeres, haciendo hincapié en La Dama del Armiño y en la Gioconda , con un atractivo apéndice relativo al reciente descubrimiento en el madrileño museo del Prado de una segunda versión –que no copia- del retrato de Lisa Gherardini, la célebre Monalisa del museo del Louvre.