Estos testimonios, redactados en primera persona, expresan posiciones ideológicas diversas, sentimientos encontrados de ternura, dolor y rabia, y revelan la complejidad del drama humano de las mujeres afectadas por la guerra. En palabras de la autora, "nos alertan sobre la urgencia de entendernos y hallar una salida para superar la emergencia humanitaria que vivimos y para vaciar el costal infinito de pesares que llevamos a cuestas".