El objetivo de este libro es motivarnos a que busquemos el Cielo. Al leer las Escrituras con atención encontramos que el Cielo es lo que anhela todo creyente nacido de nuevo. Nuestro tiempo en la Tierra no es más que algo temporario, y el Cielo es el verdadero hogar de todos los hijos de Dios. Al estudiar y conocer más del Cielo, eso cambia nuestra forma de ver cada día e incluso, el modo en que vemos a quienes nos rodean. Aunque esta vida es real, se nos asegura que el Cielo es real también. Si bien no debemos dejar de lado los deberes que Dios nos ha dado aquí, al mismo tiempo tenemos que prepararnos para nuestro hogar futuro, y hasta anhelar con ansias nuestro hogar eterno.
Dwight L. Moody estaba decidido a hacer fortuna, y al llegar a Chicago empezó a vender zapatos. Sin embargo, Cristo lo encontró y sus energías tomaron un nuevo rumbo: el ministerio a tiempo completo. Un gran ministerio, además. Hoy el nombre de Moody identifica a una iglesia, una misión, y una universidad, entre otras cosas. Moody amaba a Dios y a las personas, y el poder de un amor como ese tiene impacto en varias generaciones.