Para Dios nadie es demasiado joven. Desde pequeños, los niños pueden aprender valores morales y espirituales que los guíen en su crecimiento; y además entender que sus acciones tienen repercusiones: que pueden lograr cambios en el mundo, y que esos cambios empiezan en casa. A través de historias de personajes bíblicos, este devocional busca inspirar a los niños a dejar su marca en el mundo y a fortalecer su amistad con Jesús cada día.