Carmen de Icaza, baronesa de Claret (Madrid, 1899-1979), fue hija del erudito y diplomático Francisco A. de Icaza, embajador de México en distintos países de Europa durante el período de entreguerras. Esta infancia y juventud itinerantesllevaron a Carmen de Icaza a estudiar distintas culturas y experimentar diferentes ambientes. En las tertulias de la embajada frecuentó a muchos de los intelectuales más relevantes de su época.Inició su carrera como periodista y escritora colaborando en distintas publicaciones: ABC, Blanco y Negro, El Sol y Ya, tratando distintos temas de carácter social. En 1935 publicó su primera novela, Cristina Guzmán, profesora de idiomas, que alcanzó una extraordinaria repercusión.Al concluir la Guerra Civil, Carmen de Icaza siguió ocupándose de una intensa labor social y escribiendo novelas de extraordinario éxito. ¡Quién sabe!, Soñar la vida, Vestida de tul y El tiempo vuelve supusieron la consagración popular de su autora y fueron traducidas a numerosos idiomas. En diciembre de 1945 Carmen de Icaza fue proclamada «la novelista más leída del año» por el gremio de libreros de Madrid. A partir de La fuente enterrada, publicada en 1947, Carmen de Icaza se reveló como una escritora profunda, trascendente y ambiciosa; mostró su auténtico calado como mujer inquieta y sensible