Desde el descubrimiento del virus VHC, a pesar de los avances en el conocimiento de su biología, la infección crónica por VHC todavía constituye un problema importante de salud pública que afecta a alrededor del 3 % de la población mundial. A menudo, esta infección es asintomática y, por tanto, muchas personas infectadas ignoran su situación. En Europa, más del 90 % de las personas infectadas por el VHC no han sido aún diagnosticadas.