Basado en varias historias de la vida real, Ómar Benítez Lozano ha construido una narración en forma de testimonio, que refleja la angustia de un ser humano frente a la enfermedad, la incertidumbre frente a su desenlace, la búsqueda de sentido de la vida en medio del dolor y la necesidad de consuelo físico y espiritual.
Se trata de un testimonio conmovedor de una persona que no quiere renunciar a la vida, a pesar del sufrimiento, y que encuentra en la fe en Dios y en el amor de quienes lo rodean la serenidad para continuar viviendo o para despedirse, en caso de que el tiempo que le ha estado pidiendo a Dios llegue a su fin.