Sin embargo, esconde un espíritu libre que solo se salta las normas cuando saca del armario sus tacones de la suerte y huye del aburrimiento, lejos de los cotilleos. Niki ha leído mucho y probado muy poco. Por culpa de una avería doméstica, el nuevo sheriff del condado, nada parecido a su soso y puritano marine, despierta sus fantasías más atrevidas.
Allan Ferguson tiene una imagen pública intachable y una vida privada muy estimulante que se sacude cuando un imprevisto del pasado llama a su puerta.
Mientras Little Rock se ve sacudido por una serie de curiosos robos, algo en el interior de Niki también
se revoluciona, así que le pide a Allan que le muestre los secretos del erotismo, un terreno hasta entonces vedado para ella. Él la desafía a traspasar sus propios límites en clubes exclusivos. ¿Se atreverá la señorita Smith a seguir el juego que ella ha empezado?