Dylan Kavanagh sabía que Mia Larin, madre soltera, le necesitaba. Mia le había ayudado mucho en la adolescencia, por lo que estaba decidido a hacer lo que estuviera en sus manos por ella y su bebé.
No le costó ningún esfuerzo ofrecerle casa y trabajo, pero mantener la relación a un nivel estrictamente profesional era mucho más difícil.
Dylan tenía la vida resuelta y era muy atractivo, pero ¿lo que sentía Mia por él se debía solo a la gratitud? ¿O seguiría necesitándolo y deseándolo cuando cambiara su situación?