Y Frechette no se quedó callado. Su papel fue protagónico y polémico. Intervenía en todos los debates, se relacionaba con la dura oposición que soportó el entonces presidente Ernesto Samper y se convirtió en vocero público de las opiniones de Washington. Hoy, ya retirado, Frechette se confiesa con uno de los mejores investigadores: el periodista Gerardo Reyes.