Owen Marston nunca olvidaría el apasionado fin de semana en Las Vegas que finalizó ante el altar con Isabella Cavaletti. Ni cómo su flamante esposa lo dejó plantado a la mañana siguiente. Era obvio que la inquieta bibliotecaria no estaba hecha para la vida matrimonial. Entonces, ¿qué estaba haciendo en el hospital, junto a la cama del bombero herido?
Casarse con un hombre a quien solo conocía desde hacía tres días había sido uno de los actos más alocados de Izzy. Pero ahora Owen la necesitaba. Lo malo era que cuanto más tiempo pasaba con su esposo temporal, más permanente deseaba que fuera su relación…